Es un proceso realizado por profesionales de la salud mental para identificar y clasificar síntomas y trastornos mentales de las personas. La evaluación se realiza con entrevistas, inventarios y/o cuestionarios que analizan emociones, pensamientos, conductas, personalidad, etc. El objetivo es obtener una radiografía psicológica, descartando o confirmando un diagnóstico para diseñar un tratamiento adecuado.
Evalúa funciones cognitivas como memoria, atención, lenguaje y funciones ejecutivas para detectar posibles alteraciones cognitivas. Se basa en pruebas estandarizadas donde se exploran las capacidades cognitivas de las personas. Se usa en casos de Alzheimer, Parkinson, TDAH o inteligencia, entre otros. Los resultados permiten un buen diagnóstico y diseñar intervenciones como rehabilitación cognitiva, adaptación de tareas académicas, terapia o ajustes en el tratamiento médico y/o psicológico.
© Copyright 2003-2024 Refineria
Programa de kits digitales financiado por los fondos Next Generation del mecanismo de recuperación y resiliencia